jueves, 25 de septiembre de 2008

Los niños prodigio del nuevo milenio


¿PUEDE UN NIÑO CRACK VIVIR

NORMALMENTE

MIENTRAS SUS PADRES

LE COTIZAN SU FUTURO?


Se llama Edgardo Obregón, nació en Miami el 30 de mayo de 1999 y es hijo de padre mexicano y madre venezolana. Con apenas 9 años, el Gato, tal como le dicen, ya demostró que tiene un talento especial para jugar al fútbol y, además, se dio el gran gusto de disputar partidos para las categorías infantiles del Barcelona y el Milan, nada menos. Juega de enganche, es diestro, y tiene una llamativa facilidad para sacarse de encima a sus rivales, que en muchos casos son hasta cuatro abriles más grandes.

El diario Marca de España habla maravillas este chico, que jugó en las Chivas de Guadalajara y Barcelona y que se sumará a fin de año al Milan: "Es el heredero de Messi, Agüero y Maradona", publicó.

Un niño prodigio es alguien que a una edad temprana domina uno o más campos científicos o artísticos emprendidos generalmente por adultos. Por temprana suele considerarse antes de los 10 años de edad. Algunos de los campos más comunes de los niños prodigios son las matemáticas, el ajedrez, las artes visuales y la música, pero aunque pueden darse también en muchas otras áreas, hasta ahora el deporte, específicamente el fútbol, no había sido abordado por estas nuevas generaciones de "adelantados".

En España existe la Asociación Española para Superdotados y con Talento, lugar de concentración de personas con un cociente intelectual más alto de lo común, donde se realiza una serie de actividades entre las que está la divulgación de la existencia y encuentro de estas personas sin igual.

En México, tanto la Fundación Telegenio A.C. como GENyo, Centro para el desarrollo de talento, son instituciones líderes tanto en la divulgación de este importante tema como en la organización de importantes actividades en pro del desarrollo de los niños y jóvenes genio.

El periodista Alejandro Gorenstein reflexionando acerca de los "falsos niños prodigio" escribió en "minutouno.com" que muchos padres exponen a sus hijos con la intención de obtener un rédito económico, sobre todo, en los medios de comunicación y les hacen creer que son niños prodigio.


Mientras tanto, los especialistas sostienen que el hecho de repetir de memoria no es un saber y consideran que a nivel emocional esos chicos no son autónomos para manejar sus emociones. En cambio, en el fútbol, la habilidad de los superdotados está en los pies y en los reflejos. Saber y resolver con rapidez y facilidad qué hacer con un balón que debe proteger y elaborar una jugada mientras es perseguido por los rivales. ¿Hasta dónde es capaz un niño de asumir esta responsabilidad virtuosa? ¿Será Edgardo Obregón también un genio aunque su coeficiente intelectual por ahora está concentrado en sus pies?

Vicente Muleiro de la redacción de Clarín agrega que: "en el fútbol, las estrellas se encienden cada vez más desde la niñez. Los cazadores de talentos quieren capturar a sus presas de pichones. Maradona -acota- tuvo suerte de iniciar su carrera en el ''68. Hoy lo cercarían los apoderados, acaso se lo llevarían a Europa con un osito de peluche, le prometerían el paraíso y lo arruinarían en las preliminares. Los chicos, a la edad de soñar con ser astros ya se cotizan y salen a la cancha con rasgos de pan de leche en la cara y un gesto ceñudo que remeda a los guerreros adultos."

¿Qué es un niño prodigio?

Es aquel chico que antes de los 10 años tiene capacidades intelectuales, comúnmente desarrolladas por adultos, en los campos de las ciencias duras, la literatura o la música y poseen un coeficiente superior a los demás niños de esa edad. Tienen un pensamiento más abstracto y suelen dominar información que se estudia a nivel terciario. "Ser un niño prodigio no depende de sus padres. Los chicos muestran naturalmente esas características que son innatas, aunque el entorno familiar puede ayudar a estimular esas habilidades", explica Gorenstein.

"El tema es cómo protegerlos a sí mismos para que ese talento no los arruine", dijo la psicopedagoga Alejandra Libenson. "Los niños prodigio a nivel emocional tienen características de chicos pequeños y necesitan mayor atención en otros aspectos, y es muy importante el cuidado de sus padres", añadió.

Para identificar si un niño es prodigio, los especialistas aconsejan las evaluaciones de la inteligencia (mediante el uso de tests y teniendo en cuenta su rendimiento en la escuela) y de la creatividad (centrado en el historial académico del alumno y en sus producciones).

En cambio, para la psicopedadoga Ester Krengel, coordinadora del equipo de Psicopedagogía del Servicio de Salud Mental del Hospital Durand, son las producciones televisivas las que fomentan esta "pobreza intelectual de estos grupos familiares que son personas de niveles socio económicos muy bajos necesitados de levantar su autoestima utilizando a los niños para un bienestar económico propio. Es una utilización de los padres y de los medios de comunicación porque saben que no es genuino porque estos niños solamente repiten como loros. Es grave, estos chicos no tienen un futuro muy prodigioso porque el entorno no lo estimula para lo que debería a un niño de su edad", sostuvo Krengel.

Ojalá que este proyecto de crack que es Edgardo Obregón, no se vea afectado en su desarrollo mental y físico por la insensatez de su entorno familiar, como ya sucedió con tantos otros, utilizándolo como mercancía al mejor postor y privándole de una etapa de la vida donde todo niño y adolescente no piensa en ambiciones materiales sino en sueños y fantasías propias de su edad.