jueves, 22 de mayo de 2008

LOS POR QUÉ DE LA NUEVA ELIMINACIÓN


Gentileza Clarín Digital


San Lorenzo intentó otra epopeya
en la altura de Quito, pero no le alcanzó


Con un jugador menos por la expulsión de Torres (injustificada) en el primer tiempo y perdiendo 1-0 por un disparo violentísimo de larga distancia de Manso desde los 27´se dispuso a plantear un partido casi dentro de las mismas características de aquel que le sirvió para eliminar a River Plate en el Monumental.


El Ciclón puso todo lo que hay que poner para llevarse un buen resultado, pero no le alcanzó. Remontó un partido increíble frente a la Liga Universitaria y sacó toda su personalidad hasta que Bergessio logró el empate (1-1), idéntico resultado que en la ida. Eso obligó a ir a los penales (5-3) y ahí Cevallos le atajó el remate a Aureliano Torres para clasificar a las semifinales de la Copa Libertadores.


Esta historia de desencuentros con la Copa Libertadores siempre tuvo causales institucionales y deportivas en el club de Boedo. A San Lorenzo, como quien dice, siempre le han faltado cinco para el peso en los 48 años transcurridos desde que, otros dirigentes, en otras circunstancias, regalaron la localía para jugar el partido de vuelta de semifinales con Peñarol de Montevideo (Uruguay) a cambio de $ 100.000 pesos. San Lorenzo fue el primer equipo argentino que clasificó para la Copa Libertadores (1960) y como se ve en ese momento no pareció interesar demasiado a los directivos del club.


Cuando tuvo grandes planteles de jugadores, como en 1964 ("los Caras sucias"); 1968 ("Los matadores"); 1972 (los "Bicampeones"; 1974 (con Scotta, Telch, Ortiz y Cocco, entre otros) y en 2001 (primero con el Ing. Pellegrini y después con Insúa), que podían competir y arrimar hasta las últimas instancias por una cosa u otra terminaban relegados de la ansiada copa y vuelta a empezar.

Sin embargo, hoy, estos muchachos, este plantel, que difícilmente pueda deslumbrar por su fútbol vistoso, para nada han defraudado, porque más no se les podía pedir...

En su ciclo de hace apenas un par de temporadas en San Lorenzo, Ramón Díaz, tuvo más buenas que malas. Pero hay algo en lo que se destacó por encima de todas las cosas y fue en sus dotes de gran motivador de los planteles que ha venido armando desde comienzos del 2007.

El Pelado les ha sacado el jugo al máximo a sus dirigidos y estaría mintiendo si no les digo que con estos mismos jugadores cualquier otro técnico hubiera estado peleando por debajo de la mitad de la tabla. No olvidemos que la base del plantel que fracasó con Ruggeri en 2006 fue el que ganó el torneo Clausura del 2007 salvo dos o tres retoques (Tula, Ledesma y la Gata Fernández).

¿Recuerdan a aquella defensa que era un colador con el "cabezón"?. Pues estaba integrada por Méndez; J.Bottinelli y Adrián González y en el medio por Rivero e Hirsig, cinco de los jugadores que siguen siendo líderes en el plantel actual.

Pues a ese San Lorenzo Campeón Clausura 07, al irregular equipo del Apertura del año pasado y al de hoy, armado y remendado por las necesidad del técnico a expensas de los acuerdos que la institución cerró con los "grupos empresarios", dado que es evidente que las arcas del club siempre estuvieron exhaustas en la era Savino, le faltó algo fundamental, que, por lo general, les es muy útil a los equipos que compiten por el premio mayor y que tienen experiencia no solo por los títulos logrados sino por su jerarquía internacional; tal es el caso de Boca Juniors, que pelea, lucha, pone lo que hay que poner, pero además juega al fútbol en una proporción superior a lo que se ve a diario en nuestras canchas y en los partidos de Copa, sumando también individualidades.

Con eso nada más a Boca le ha bastado para hacer la diferencia en los torneos locales e internacionales en los últimos 10 o 12 años. Por supuesto, también la suerte acompañó a muchos de sus triunfos.

Pero a los equipos de Ramón les sobró coraje y les faltó fútbol. Ergo, con pasión, huevos, carga emotiva, milagros, orgullo y todas esas cosas que siempre piden las hinchadas, no se logran equipos competitivos, porque a la larga o a la corta las rachas de suerte se acaban el día menos pensado y todo termina como terminó: eliminados por penales pero no en una final sino en cuartos de final, que no es poco si lo comparamos con todo el camino que se debe recorrer, pero que termina siendo algo así como la mitad de la tabla en un torneo local.

Es difícil saber qué pasará en el futuro, pero San Lorenzo ha perdido una nueva y gran oportunidad, porque difícilmente pueda encontrarse, de la noche a la mañana, a un motivador como el Pelado, ni tampoco es fácil obtener el equivalente en juego y fútbol que merece tener una institución como el CASLA contratando jugadores de prestigio.

La triste realidad, es que D´Alessandro, Bergessio y Placente, figuras destacadas de este plantel, regresarán por donde vinieron y otra vez, salvo esos imponderables que siempre aparecen, se estará buscando técnico y jugadores de cartel en un club que tiene desde hace seis años la caja cerrada por razones derivadas de una situación financiera complicada que (siempre dicen) viene de arrastre de la época de Miele.


Los actuales dirigentes con Savino a la cabeza, han negado permanentemente la posibilidad de invertir un peso de sus arcas en la compra de jugadores de jerarquía.


¿Seguirán siendo los grupos empresarios y Tinelli los que puedan cambiar la situación?

Esto es lo que debe preocupar a los hinchas, el futuro del club, mucho más que el circunstancial mal trago que les tocó vivir con esta nueva eliminación de la Copa Libertadores.

¡Salute!

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