Con el ánimo bien alto por el reciente triunfo registrado en México frente al Atlas y teniendo como único objetivo llegar a la final de la Copa Libertadores, el Club Atlético Boca Juniors sabe que necesita de la fe y la esperanza para poder dejar en el camino a los rivales que le restan (4 partidos) y poder consagrarse nuevamente campeón de América.
Claro que, como buenos creyentes, algunos dirigentes y simpatizantes, no quieren dejar las cosas en manos del destino o de la fortuna (que siempre puede fallar), de manera que organizaron para este mediodía una misa de campaña en las Instalaciones de Casa Amarilla para rogar por el triunfo de la Liga Universitaria de Quito (Ecuador), un rival mucho más accesible que el eterno padre, tutor y encargado, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, que tantos disgustos le ha dado y que dentro de unas horas tendrá que enfrentar al equipo ecuatoriano en su bastión a 2.800 metros de altura y ganar o ganar si pretende continuar rumbo a las semifinales (frente a Boca).
Quizás para muchos no resulte digno de crédito orar por el triunfo de otro, en este caso, la Liga Universitaria de Quito. Porque algunos creyentes, mejor informados respecto a este tipo de ceremonias religiosas, piensan que es contraproducente rezar para que pierdan los "Gauchos de Boedo", sabiendo que según la liturgia al oír la misa se goza de la presencia de Jesucristo, pero también de la Trinidad santa. Además, se está en compañía de los ángeles santos. Y, en el lugar en donde se celebra el santo sacrificio de la misa hay muchos santos y santas, por lo tanto, para los entendidos, quizás la fuerza arrolladora de todos estos santos presentes espiritualmente en la ceremonia, llegue a ser mucho más efectiva que el pobre deseo de un puñado de boquenses que, sin duda, sufrirán más hoy, con la transmisión de Fox Sports desde Ecuador, que en todos los partidos por la clasificación disputados hasta la fecha.
Palabra santa...
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