"TIEMPOS DIFÍCILES"

Foto Clarín.com

OTRA DISIMULADA

MANIOBRA "K"

PARA ESTATIZAR EL FÚTBOL

Y MANEJAR SUMAS MILLONARIAS

(Por Roberto C. Neira). ¿Está bien o mal lo hecho por Julio Grondona y que fue avalado por la totalidad de los clubes del fútbol argentino? Grondona, es "el mandamás"; el que cierra los negocios y después avisa; el dueño de la torta y por eso la distribuye a su antojo; "el padrino"; el que mueve los hilos y que no tiene en sus planes pese a todos los errores cometidos (para provecho propio y perjuicio de los demás) dar un paso al costado y menos retirarse. Pero esta vez lo atenazó el pánico a resignar todo lo que logró en lo personal y buscó el resguardo del Estado, que como bien dijo alguna vez Valentín Suárez siendo funcionario de Onganía: "A mí no me vengan con la ley jugando de cuco: nunca ningún gobierno le bajará la cortina al fútbol...".

Y una vez más triunfa la política de los "busca votos" y resurgen de nuevo los "muertos vivos" detrás de bambalinas para que el pueblo futbolero sepa que es esta es la verdadera "justicia social", la que puede romper la felonía de hacer esperar al hincha hasta el domingo para ver los goles y que puede permitir que la gente no tenga que pagar el codificado para ver al club de sus amores. No es este acaso el objetivo de un gobierno popular que hace todo lo necesario para que el pueblo pueda gozar de su pasión dominguera.

La misma fórmula se utilizó para sacarse de encima a las AFJP. Después de que el Senado convirtiera en ley la eliminación de las AFJP y la reestatización del sistema de jubilaciones privadas, el Gobierno salió a celebrar. "Es la mejor noticia para los trabajadores y jubilados", dijo por aquellos tiempos un Florencio Randazzo enfebrecido. Ahora habrá "un sistema más inclusivo", mintió el titular de la ANSeS, Amado Boudou, hoy ministro de Economía. El resultado es que millones de jubilados y pensionados cobran $ 780, apenas US$ 200 y con esa cifra deben pagar alquiler, expensas, comprar medicamentos, alimentarse, pagar los servicios, viajar y vestirse. ¿Cuántos que lo puedan hacer continúan vivos? Una estadística que el INDEC no habrá de proyectar nunca.

Lo más importante ahora es tratar de engatusar a los que marchan por senderos paralelos y no le tienen confianza al gobierno que venía remando contra la corriente después del bajón anímico que le deparó la elección del 28 de junio. Por eso se buscarán apoyos políticos dentro y fuera del fútbol porque quién puede dudar de que no es justo lo que se está haciendo, nada menos que romper un contrato que estuvo pésimamente armado desde un principio y en donde unos pocos se llevan la tajada del león y otros miran como las arcas de los clubes siguen vacías (por culpa de los dirigentes). Y de ese modo unos se tapan con los otros...

El enemigo en esta oportunidad era TSC y el Grupo Clarín y por eso hubo un pacto a escondidas y a instancias de Grondona (que ya tenía la sartén por el mango), los presidentes de los clubes se negaron a participar de una reunión para escuchar la posición de la empresa que posee los derechos de televisación de los partidos (TSC).

En una o dos semanas comenzarán a aparecer las empresas interesadas (nacionales o extranjeras) que se harán cargo del paquete futbolístico, bajo el control seguro de Grondona que oficiará de testaferro obligado del gobierno que por supuesto no dará la cara y dejará que todo se arregle entre gallos y medianoche como viene sucediendo desde que la AFA es AFA y desde que Grondona es su conductor.

Dirigentes, políticos y periodistas debatirán toda la semana acerca de haber concluído con "una historia nefasta" y difícilmente se recordará que Grondona fue el que en 1991 firmó el contrato con TSC hasta el año 2014, porque ahora estará abocado a solucionar, pero esta vez "de verdad", los problemas del fútbol. Alguien dirá también sin ponerse colorado: "el Estado siempre ha demostrado ser mucho más responsable y eficiente con el dinero que muchos emprendimientos privados".

Los clubes no correrán riesgos, pues seguramente no habrá juicios exorbitantes sino arreglos extraordinarios. El Grupo Clarín y TSC no son de escupir para arriba. Han ganado mucho dinero con el fútbol y lo seguirán ganando con sus espacios televisivos y sus medios gráficos y radiales. ¿A quién van a hacerle juicio? ¿Al fútbol? ¡Descártelo...!

Lo que si creo adivinar que se viene en todos los medios informativos del Grupo Clarín es una mayor y más profunda información de todas las áreas de gobierno con pelos y señales para exhibir crudamente sus errores sin necesidad de recurrir al embuste por cuanto la investigación minuciosa de cada uno de los movimientos de los funcionarios dará motivo para escandalosos informes hasta el fin del mandato presidencial.

Una suerte de venganza solapada que el gobierno tendrá que afrontar sin recurrir a extremos pues por lo que han dicho algunos funcionarios al hablar del proyecto de ley de medios audiovisuales, el enfrentamiento con los medios es "la madre de todas las batallas".